liposucción

El cuerpo delgado y bien proporcionado ha sido el epítome de la belleza desde la antigüedad. Desafortunadamente, incluso en personas muy delgadas, la distribución de la grasa corporal a menudo no está equilibrada. Los depósitos de grasa se forman particularmente en el estómago, las nalgas, los muslos, las caderas y las rodillas, lo que perturba la impresión general armoniosa.

La única salida suele ser la liposucción, que se puede utilizar para eliminar de forma suave y segura los depósitos de grasa regionales y locales. La liposucción siempre se realiza por motivos estéticos y generalmente no es una cuestión de edad. El procedimiento se realiza de forma ambulatoria bajo anestesia local. Mediante el uso de la llamada anestesia local tumescente, se logra la máxima protección del tejido.

Después de marcar las almohadillas de grasa, antes de que comience el proceso de succión real, primero se administra un anestésico local tumescente en el tejido graso, que afloja las células grasas de la estructura de soporte y adormece el tejido.

Después de un breve período de tiempo, las células grasas se han desprendido de la estructura del tejido hasta el punto de que se pueden succionar. Las cánulas vibratorias muy finas utilizadas para la succión se insertan en el tejido adiposo a través de mini incisiones en la piel. Esto permite un modelado suave y preciso de los contornos del cuerpo. La succión también estimula el tejido para que la piel, aunque antes estuviera muy floja, se adapte de forma óptima a su nueva base y vuelva a estar tersa y tersa. Incluso la celulitis, que hasta ahora se ha tratado con poco éxito, se puede reducir con la liposucción.

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